Habría que inventar nuevos colores para hablar de todos los tonos de azul que se pintan sobre las aguas que bañan Mallorca. Turquesa, celeste, índigo, aguamarina, cyan… no son suficientes. Y si a esta maravilla le sumas una arena fina y blanca que forma pequeñas calas escondidas entre rocas y acantilados… podemos afirmar que estamos en el paraíso.
La mayor parte de las calas de la isla son lugares vírgenes, escondidos y a los que no se llega por casualidad. Esto es, junto el paisaje, lo que las hace aún más especiales. Te encontrarás ante playas poco concurridas y con aguas tranquilas para disfrutar del baño.
Cabe decir, también, que debes estar preparado para andar un buen trecho hasta algunas de ellas y, en algunos casos, hacer alguna bajada más o menos complicada por las rocas. Aún así, te garantizamos que valdrá la pena.
Caló des Moro
Dicen que es una de las playas más bonitas de Mallorca; y lo cierto, es que no es una exageración. Esta cala, que se reduce a unas cuantas rocas cuando sube la marea, es una pequeña joya escondida entre dos acantilados. El mar se encuentra encajado entre la tierra lo que lo convierte en un lugar seguro para nadar y disfrutar de sus aguas cristalinas.
Muy cerca se encuentra la cala de s’Almunia a los pies de unas antiguas casas de pescadores; de hecho, tendrás que pasar por ella para llegar a Caló des Moro.
Cala Mondragó
Esta cala se encuentra en un entorno único; por eso, en 1992 fue declarada como Parque Natural y Área Natural de Especial Interés para las Aves en 1995. Además, es el lugar perfecto para ir con niños ya que sus aguas son poco profundas y muy tranquilas. El acceso, además, es muy sencillo.
Cala Varqués
Esta es una de las playas más vírgenes e inalteradas de toda la isla; y no es de extrañar, porque no todo el mundo es capaz de dar con ella. Hay que conducir por la carretera de Calas de Mallorca hasta llegar a una reja donde hay que dejar el coche y continuar a pie, durante 20 minutos, por un denso pinar. ¡Al mismísimo Google le cuesta localizarla!
Por eso este lugar es tan especial, porque sólo unos pocos llegan a disfrutar de esta bonita cala de 100 metros de arena blanca rodeados árboles. Además, Cala Varqués presume de poseer el entramado de cuevas subacuáticas más grande de Europa.
Torrent de Pareis
La naturaleza ha convertido esta cala en un anfiteatro natural, ya que se encuentra cobijada por dos grandes acantilados de 200 metros. Una brazada en el agua, una mínima voz… el sonido se multiplica llenando este lugar de extraños ecos. Tal es su magia que ha sido declarada Monumento Natural.
Cala Mitjana
Su acceso es complicado y hay poca señalización, pero esto te permitirá disfrutar de esta maravillosa cala casi en solitario. Sus aguas turquesas se mezclan con la arena blanca, las rocas y la vegetación que rodea la zona. Cala Mitjana es una visita 100% recomendable.
Cala d’Or
En esta zona encontrarás tres calas; todas muy tranquilas y familiares. Su gran ventaja es que todas se encuentran cerca de núcleos de población donde podrás acercarte a un chiringuito a comer o tomar algo cuando quieras.
Lánzate a explorar y descubrir la maravillosa costa de Mallorca, salpicada de pequeñas playas y lugares paradisíacos.