¿Alguna vez has experimentado unas falsas vacaciones? Son esas en las que no tienes que ir a trabajar pero estás, por ejemplo, en la playa contestando llamadas, recibiendo emails o pendiente de si ocurre algo en la oficina. Eso no son unas vacaciones de verdad.
Es cierto que, a veces, es difícil desconectar y dejar a un lado las preocupaciones del día a día. Sin embargo, las vacaciones son más que un capricho y es necesario tomarse un tiempo de descanso por nuestro bienestar físico y mental.
De hecho, los expertos recomiendan cogerse al menos dos semanas seguidas ya que en menos tiempo no seremos capaces de desconectar debidamente y recuperar fuerzas. Lo ideal, dicen, son tres semanas.
Esos días debemos dedicarlos a reposar, dormir, relajarnos... Y no debemos confundir hacer turismo con estar de vacaciones; porque si te dedicas a recorrer de arriba abajo una ciudad no estarás descansando demasiado.
Las vacaciones te devolverán renovado, con las pilas cargadas y tendrás más energía que nunca para volver al trabajo.
Sin embargo, para eso tienes que haber tenido unas vacaciones de verdad y lejos de las preocupaciones del trabajo. ¿Qué puedes hacer tú para encontrar el botón de resetear y desconectar de todo?
Te damos algunos consejos para darle a tu mente (y a tu cuerpo), por fin, ese merecido descanso:
Cambia tus ruinas
Deja en casa tus costumbres habituales y sacúdete el estrés probando cosas nuevas, haciendo planes diferentes y viviendo experiencias. No sólo te llenará de energías, sino que además te llevarás un recuerdo maravilloso. Y quién sabe, quizás descubras una nueva afición.
Olvídate del móvil, la tablet y el ordenador
Lo único que debe de haber en tu maleta son bañadores, chanclas, cámara de fotos... Cuelga el cartel de cerrado y deja de responder correos y llamadas. Estás en tus días de descanso y, aunque no lo creas, no pasará nada porque algunos asuntos se queden sin resolver hasta tu vuelta. Céntrate en las personas que te rodean, en los paisajes y disfrútalos al máximo.
Prueba la meditación
Si en tu día a día vas a mil por hora aprovecha tus vacaciones para aprender a meditar. Esta práctica te ayudará a liberar el estrés, a descansar tu mente, a dejar entrar la creatividad, a encontrar la felicidad…
Empieza con unos minutos al día y vete aumentando el tiempo de meditación. Concéntrate en tu respiración, pausada y por la nariz, y haz a un lado todos los pensamientos. Ten paciencia, al principio te costará “dejar la mente en blanco” pero con la práctica notarás los resultados.
Duerme la siesta
Sí, date ese capricho que una jornada laboral interminable te priva el resto del año. Duerme la siesta tranquilamente después de comer, ya sea tumbado en el sofá de casa o tumbado en la playa con la brisa y el sonido del mar.
No lleves reloj
¿A quién le importa el tiempo cuando está de vacaciones? Deja de mirar la hora y permite que tu cuerpo te guíe para comer, dormir y bajar a la playa cuando te apetezca. Lleva la contraria al refrán y dale la vuelta: deja para mañana lo que no quieras hacer hoy... ¡porque estás de vacaciones!
Engánchate a un libro o a una serie
No hay mejor forma para desviar tus pensamientos que sumergirte de pleno en una novela o en la trama de una serie. Tu mente agradecerá esas dosis de emoción, imaginación y entretenimiento. Dedícate tiempo y practica tus aficiones. Haz aquello que te guste y compártelo con la gente que te rodea.
¿Estás preparado para encontrar tu “chi” vacacional? Con estos trucos lo tendrás más fácil.