De cada viaje uno siempre se lleva al menos una imagen, en forma de postal, grabada en la mente. Un paisaje, un momento, una sonrisa… que, aunque fugaz, recordaremos siempre al oír el nombre de ese lugar.
Sin embargo, en las Islas Baleares se suceden unos tras otro paisajes sobrecogedores, playas con las que enmudeces y puestas de sol que casi cortan la respiración.
Cada una de las cinco islas tiene su encanto y sus peculiaridades; así como cientos de rincones por descubrir que son únicos en el mundo.
Con todos ellos, hemos hecho una selección de los lugares más mágicos y bonitos de las Islas Baleares. Prepárate para altas dosis de belleza.
Sóller (Mallorca)
En el corazón de la sierra de la Tramuntana, este pueblo sorprende con una colección de monumentos que estarían a la altura de las grandes capitales europeas. El modernista Banco de Sóller, la fachada de Can Prunera, las posadas señoriales o la calle Gran Vía son algunos de ellos. Y para terminar de robarte el corazón, un maravilloso tranvía antiguo recorre las calles del pueblo.
Las cuevas de Drach y Artà (Mallorca)
Son dos, pero ambas merecen una visita. Si no te asusta bajar a las profundidades de la tierra, disfruta de un paseo en barco sobre el lago Martel después de recorrer los túneles y pasadizos de la cueva. Mientras navegas por las aguas subterráneas puedes disfrutar de uno de los concierto de música clásica que se ofrecen a diario. Las otras, las de Artà, fueron la inspiración de Julio Verne para escribir la famosa novela “Viaje al centro de la Tierra”. Cuando llegues allí entenderás el porqué.
Deiá (Mallorca)
Las antiguas casas de piedra y ladrillo se encuentran desperdigadas a lo largo de la montaña, cálidas y anárquicas. Aquí reinan la belleza y la tranquilidad desde tiempo inmemoriales, lo que convirtió a Deiá en un imán para artistas y escritores de la talla de Robert Graves y William Walder.
Cala Turqueta (Menorca)
Una playa increíble de arena blanca, aguas transparentes y rodeada de árboles verdes y frondosos. Uno podría pensar que se encuentra en Hawái, pero no. Estamos en una de las calas más bonitas y fotografiadas de Menorca; por eso aprovecha el amanecer y disfruta en soledad de este lugar único.
Fornells (Menorca)
El típico pueblo mediterráneo con casitas blancas que combinan a la perfección con el azul intenso del mar que baña su costa. Aquí levantaron los ingleses, hace un par de siglos, la Torre Fornells. Es una construcción que atrae a los visitantes por su peculiaridad y, sobre todo, buenas vistas.
Valldemossa (Mallorca)
El arte atrae al arte. Prueba de ello este pequeño pueblo que, en su día, fue de residencia temporal de grandes artistas y escritores como Unamuno, Rubén Darío, Borges y Chopin. En él hoy no faltan estudios de arte, talleres de artesanía… que hacen que la vista se convierta en un baño de creatividad y talento.
Cala d’Hort (Ibiza)
Con un agua tan azul que hipnotiza y tan cristalina que invita a zambullirse y bucear, es la cala preferida de los locales. Es el lugar perfecto para relajarse, cerrar los ojos y ser consciente de que estamos en el paraíso. Desde aquí tendrás unas vistas privilegiadas sobre Es Vedra, una pequeña isla deshabitada sobre la que recaen muchas historias y antiguas leyendas.
Faro de Faváritx (Menorca)
Después de un largo camino para llegar a él, su silueta despunta en la línea que dibuja el horizonte y se mezcla con el cielo. Sobre este el faro se dibujan unas rayas blancas y negras que lo diferencian y, a su lado, le hace compañía una pequeña casita. Faváritx te hará soñar y desearás quedarte a vivir al lado del mar en este faro.
Naveta des Tudons (Menorca)
Es una de las reliquias mejor conservadas de la isla y guarda el recuerdo del pasado prehistórico de Menorca. La Naveta des Tudons es una construcción funeraria que representa la forma de un barco hacia abajo. El monumento está perfectamente conservado a pesar de que su antigüedad puede remontarse hasta los años 1200 y 750 a. C.
Después de ver esto, ¿no te apetece coger el primer avión que salga rumbo a las Islas Baleares?
