Cambiar el mar por el fango y darse un baño de barro puede ser muy relajante y beneficioso. No solo deja la piel hidratada, sino que además ayuda a liberar el estrés y la ansiedad. Algunas playas de las Islas Baleares cuentan con pequeñas áreas de barro natural, así que resultan perfectas para hacer del arenal un salón de belleza al aire libre.
La fangoterapia, así es como se llama a la aplicación de arcillas o barros naturales sobre el cuerpo, se ha puesto de moda en los últimos años; sin embargo, en la antigüedad ya eran conscientes de sus beneficios sobre el cuerpo y se utilizaba con frecuencia.
Aunque las fangoterapia aglutina a las dos, no es lo mismo la arcilla que el barro. La primera proviene de la tierra y se genera por la descomposición de rocas ricas en minerales de aluminio; y el lodo, por su parte, es una mezcla de tierra y agua que se encuentra en lagos, ríos, mares o manantiales.
Tanto la arcilla como el fango son sustancias naturales ricas en minerales que tienen un potente efecto sobre el cuerpo y sobre la piel. Además de ser una maravillosa terapia de relajación, regeneran y dejan la piel tersa e hidratada. También tienen propiedades antiinflamatorias, favorecen la producción de colágeno, alivian la tensión muscular y ayudan a eliminar toxinas.
Todo esto está al alcance de cualquiera en las playas ricas en barro o arcilla. Solo hay que mezclarlo con agua, aplicarlo sobre la piel y dejar que se seque al sol durante al menos 15 minutos. Después hay que zambullirse en el mar y dejar que los restos se vayan diluyendo poco a poco. Si se quiere, como último paso, se puede utilizar la arena para exfoliar la piel y eliminar las últimas impurezas.
Las Islas Baleares cuentan con playas donde es posible disfrutar de los beneficios de la fangoterapia. Estas son las principales:
Playa de Cavalleria – Menorca
Situada al norte de la isla, es una de las más conocidas por el característico color rojo de sus rocas. Aquí encontrarás una arcilla que, mezclada con agua, funciona como un tratamiento de belleza natural completo: exfolia la piel, ayuda a la circulación, tonifica, reafirma y trata las pieles grasas.
Cala Roja – Menorca
Es la hermana pequeña de Cavalleria y es un lugar recóndito, virgen y tranquilo; incluso en los días más bulliciosos del verano. Su nombre procede de los restos de arcilla roja que hay justo en el lateral de la orilla de la playa. Es el lugar perfecto para desconectar y teñirse la piel de rojo.
Es Canyeret – Mallorca
Se encuentra a unos 8 kilómetros del pueblo de Sóller y también se conoce como Llucalri. Esta maravillosa playa de guijarros cuenta con un elemento especial: una fuente natural de agua dulce. Al caer el agua sobre la arcilla, se crea un barro con propiedades remineralizantes y regeneradoras.
Cala Saona – Formentera
Esta bonita cala de aguas cristalinas contiene unos barros perfectos desintoxicar la piel, aliviar la tensión muscular y la inflamación de las articulaciones. Aquí fue, además, donde la famosa actriz Kate Hudson aprovechó para probar la fangoterapia en el verano de 2016.
Playa de Algaiarens – Menorca
Al noroeste de la isla se encuentra esta bonita playa donde darse buenos baños de barro. En la parte de la derecha encontrarás el fango para aplicar sobre tu cuerpo y disfrutar del paisaje. Cuidado con la ropa, porque este barro mancha mucho.
Las vacaciones son la época para dedicarse tiempo a uno mismo, desconectar y relajarse. La fangoterapia puede ser el tratamiento perfecto para liberarte del estrés y volver con la piel como nueva. Todo ello, además, a coste cero y disfrutando del maravilloso paisaje de las Islas Baleares.